Como en una gran ceremonia, los jugadores siguen al guía.
Ese que da la indicación, ajusta el rumbo y motiva cuando más se necesita.
Hoy celebramos a quienes forman dentro y fuera de la cancha. A quienes no solo enseñan técnica y táctica, sino valores, disciplina y trabajo en equipo.
Su voz marca el ritmo, su mirada detecta el talento y su pasión enciende el compromiso.
¡Gracias por ser faro, empuje y ejemplo para quienes sueñan en grande!